2 de abril de 2013

Poda tardía o primaveral



¡Hola!

Cupressus sempervirens (Ciprés común)
Este es un tema muy amplio sobre el que se ha escrito mucha literatura y con este pequeño artículo pretendo realizar una primera introducción hacia el mundo de la poda; siempre os podéis poner en contacto conmigo si tenéis alguna duda sobre cómo y cuándo podar alguna especie de vuestro jardín o incluso planta de interior.
Denomino poda tardía a la realizada a finales del invierno o en primavera; en esta época del año es el mejor momento para realizar pequeñas podas de mantenimiento sobre materia viva (las ramas secas se pueden podar siempre). La razón principal de realizarlo en esta época es debido a que con la reactivación del crecimiento de la planta, esta va a ser capaz de empezar a cicatrizar la herida producida; de este modo se reduce el tiempo de exposición a los hongos y otros agentes patógenos.
Hay que distinguir que especie de planta queremos podar, sobre todo si es una especie que nos interese por su floración primaveral; esto se debe a que según la familia a la que pertenezcan, florecen a partir de la madera nueva de este año o sobre la madera vieja del año anterior, como en las rosáceas (es una familia muy numerosa que comprende entre otras a manzanos, almendros, ciruelos…)

A continuación voy a poner ejemplos de especies a podar según su estado y en primavera:
  

Robinia pseudoacacia (Robinia)
      Brotación tardía, aun no han comenzado a hincharse las yemas_ Es el momento de podarlas por lo explicado anteriormente; una planta representativa sería la Robinia, una especie introducida y aunque no es muy empleada en jardinería, se caracteriza por una floración blanca y olorosa en racimo. Es un caso típico que florece a partir de la madera del año anterior, por ello la poda a realizar debe ser estructural y nunca drástica ya que nos cargaríamos su principal atractivo.

Syringa vulgaris (Lilo común)
Ya han brotado y comienzan a florecer_ Podría tratarse del Lilo, un arbusto que produce una floración rosada y aromática;  como en el caso de la Robinia, florece sobre madera del año anterior, pero en esta ocasión la poda se realiza una vez finalizada la floración y siempre una poda estructural y nunca drástica por ser una especie vulnerable a hongos que en pocos años terminarían con él.


Buxus sempervirens (Boj)
Ya han brotado y sus flores no son apreciadas_ Podríamos decir que es el caso de cualquier seto que nos interese por su follaje, para separar ambientes o como delimitaciones del jardín, que sería el caso de cipreses, arizónicas, laureles, boj… Especies empleadas en setos principalmente. Se trataría de una poda de castigo, con lo cual se consigue detener el rápido crecimiento del seto en primavera y de esa manera reducir su crecimiento anual en volumen y por consiguiente su envejecimiento.

Laurus nobilis (Laurel)
      Estos son tres de los ejemplos más representativos y abundantes en la jardinería, siempre hay excepciones y cada especie puede requerir una poda diferente, determinada también por su edad, deterioros ambientales en el transcurso del invierno; hay muchos factores a tener en cuenta. Una vez más os animo a preguntar por aquella especie que empieza a "descontrolarse" y antes que eliminarla por falta de espacio puede recurrirse a una poda de control.






24 de enero de 2013

Picudo rojo


¡Hola!
 
 

       En esta ocasión os voy a presentar a un coleóptero: El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus ) introducido en la Península Ibérica por distintas zonas de la Cuenca Mediterránea a finales del siglo pasado mediante el tráfico de palmeras datileras (Phoenix dactylifera) procedentes de Egipto principalmente, aunque el origen de este insecto es Asia sur-oriental.
        El picudo rojo se trata de una especie invasora que termina produciendo la muerte de su anfitrión (las palmeras parasitadas). El gran problema de este insecto se debe a su virulencia, en especial con la palmera canaria (Phoenix canariensis), la cual está desapareciendo por esta causa; el insecto ha encontrado en esta especie un hábitat perfecto en el que propagarse. La palmera canaria es originaria, como su propio nombre indica, de las Islas Canarias, donde también está resultando afectada.

    Conozco especialmente bien la evolución y la introducción de esta plaga en el litoral almeriense. Todo comenzó con la compra de palmeras datileras procedentes de Egipto, aunque ya se conocía este insecto por estar ya atacando el palmeral de Elche. Se permitió la llegada de estas palmeras infectadas, a la espera de pasar controles en el puerto de Almería. Esto fue suficiente para que el insecto se expandiera desde el puerto hacia las palmeras canarias de las avenidas circundantes, ya que se trata de un insecto volador y gracias al viento que suele ser fuerte se extendió y sigue extendiéndose a día de hoy. Esto es lo que dicen quienes lo presenciaron.


     Debido al clima cálido de esta zona el picudo rojo puede tener tres ciclos biológicos completos al año, depositando la hembra en cada puesta una media de 400 huevos; con este dato nos hacemos a la idea del nivel de propagación de este insecto. Otro factor que influye es la ausencia de depredadores que controlen la población. En su hábitat natural existe un nematodo que controla dicha población, pero en Almería debido a las altas temperaturas y a la escasa precipitación anual, este nematodo termina muriendo. También ha habido intentos de tratar la plaga mediante hongos, aunque con idénticos resultados debido al clima.
       En la actualidad existen varios tratamientos sistémicos con productos químicos que se van alternando para evitar la resistencia y adaptación del insecto a dichos productos. Todo apunta a un tratamiento preventivo de por vida, ya que el picudo rojo prosigue su expansión.